Esta es la tercera publicación de nuestra serie sobre el manejo de casos de muerte por negligencia en Austin, Texas. Nuestro último artículo se centró en identificar a los acusados en casos de muerte por negligencia. Es importante comprender que varias partes pueden ser responsables en tales asuntos. También es importante comenzar el proceso de identificación de todos los posibles demandados desde el principio para que el demandante no corra el riesgo de perder su plazo de prescripción. En esta publicación discutiremos cómo se calculan los daños en tales asuntos. La determinación de la compensación implicará varios aspectos y es importante que contrate a un abogado de lesiones personales con experiencia en el manejo de estos asuntos.
El primer componente de la indemnización por daños y perjuicios en un caso de muerte por negligencia son las ganancias que el fallecido habría aportado a su familia y seres queridos. El cálculo de la cantidad que habría ganado el fallecido requerirá de un experto economista. El economista considerará factores como la edad, la educación, la carrera y los antecedentes del fallecido y los utilizará para determinar la cantidad que se podría haber esperado que ganara el fallecido durante el resto de su vida. Los acusados tendrán la oportunidad de designar a sus propios expertos, quienes luego propondrán una cifra competitiva. Es papel de los jurados determinar cuál de estas cifras refleja con mayor precisión la cantidad de dinero que habría ganado el fallecido.
El segundo componente en tales casos es el dolor, la angustia y la pérdida de compañía que sufren los familiares supervivientes. Es importante entender que cuando uno pierde trágicamente la vida, deja atrás a sus cónyuges, hijos, hijas, hermanos, hermanas y, a veces, padres. Algunos de estos familiares pueden tener derecho a ser compensados por su pérdida a través del sistema legal civil. Para determinar el monto de este daño, el jurado considerará lo que el familiar significó para los sobrevivientes, así como los gastos en los que ahora se debe incurrir debido a la tragedia. Un ejemplo de gastos nuevos puede incluir guardería. Digamos, por ejemplo, que la viuda del difunto era ama de casa. Debido a la pérdida, ahora debe regresar a la fuerza laboral y debe pagar la guardería para poder hacerlo. El costo de la guardería, así como el costo de la educación u otros gastos incurridos para regresar al trabajo, sólo son necesarios debido a la tragedia. Esto significa que dichas cantidades deben incluirse en cualquier solicitud de compensación.
Un tercer componente en tales casos puede ser la indemnización punitiva. Dichas indemnizaciones se conceden cuando una lesión es causada por una conducta atroz o una negligencia imprudente por parte del acusado. Ejemplos de casos de muerte por negligencia, que pueden resultar en daños punitivos, incluyen un conductor ebrio que choca contra un automóvil, un empleador que ignora a sabiendas el historial imprudente de un empleado y más. Si bien estos daños son raros, hay casos, especialmente en casos de muerte, en los que están justificados.
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